Cuando los árboles ya no le dejan ver el bosque a uno, o se hace la vista gorda o se pide ayuda. Loes y Kim optaron por lo segundo. Las interioristas Ozanne y Guillemine vinieron al rescate con recursos como un pozo de conversación.

 

Tras años y años dedicados a una reforma, tras haber ajustado personalmente cada piedra y haber sostenido en las manos cada teja, se puede llegar a un punto en el que dan ganas de tirar la toalla. Por suerte, Loes y Kim no tuvieron que enfrentarse a esta sensación demasiadas veces. Al comienzo de su proyecto de renovación a gran escala, se mudaron a un alojamiento temporal en el jardín, para poder estar lo más cerca posible de las obras. Esto respondía a una causa muy sencilla: fue la propia pareja la que se encargó de los trabajos. Una vez que Loes y Kim vieron que el grueso de la obra estaba completado, decidieron pedir ayuda externa. Después de todo, ya estaban puestos los cimientos y ahora era el turno de los detalles, pero no hay que subestimar la importancia de estos. Por tanto, era hora de consultar a profesionales con experiencia en quienes se pudiese confiar tanto como para darles carta blanca. Un trabajo perfecto para las interioristas Ozanne y Guillemine.

Ante el desafío

Ozanne y Guillemine vinieron, vieron y se dedicaron a lo que tan bien se les da. ¿El reto? Crear una diversidad de ambientes en el espacio abierto y lograr una compaginación elegante de los gustos de Loes y de Kim, añadiendo un toque suave y femenino al estilo industrial crudo que le encanta a Kim. Este enfoque pudo plasmarse sin problemas gracias al pozo de conversación, una reliquia de los años 70 pero que sigue siendo un éxito entre los amantes de los espacios acogedores. Así, el resolutivo dúo hizo con esta estructura un hogareño y cálido nido, en agradable contraste con las firmes líneas que caracterizan el resto de la casa. Un lugar ideal para que toda la familia disfrute de la compañía mutua.

El pozo de conversación, el protagonista

El resto de esta vivienda de una sola planta presenta un austero piso de hormigón, pero en el pozo de conversación el suelo Impulse V4 Charme Black atrae todas las miradas. Este laminado oscuro con aspecto de madera acentúa el carácter confortable del pozo y, así, se presenta con toda una declaración: aquí de lo que se trata es de la calidez. Y es precisamente este contraste de materiales (hormigón frente a madera) lo que hace esta parte de la casa tan interesante. El uso de tonos tierra por todo el pozo y la abundancia de suaves y mullidos cojines y mantas terminan de completar el efecto. De esta manera, Ozanne y Guillemine liberaron el pozo de conversación de su imagen anticuada. Conclusión: un interior robusto y crudo no está completo sin un rincón acogedor y cálido, que puede crearse fácilmente con un suelo BerryAlloc.

Cómo vestir su propio pozo de conversación:

• Los pozos de conversación pueden ser de distintos géneros y estilos y ajustarse totalmente a sus necesidades. Desde modernista ultrasobrio hasta acogedor y entrañable. Elija el carácter que elija, está garantizado que no pasará desapercibido.
• Si busca la confortabilidad, opte por materiales cálidos, un suelo laminado con impresión de madera, aterciopelados, tonos oscuros y un montón de cojines. Una chimenea (por ejemplo, de gas) es la guinda del pastel.
• El pozo puede reflejar el estilo de la casa o contrastar con este. Piense en el efecto que quiere conseguir y elija colores y materiales que lo complementen.
• Los asientos modulares le permitirán mover las piezas y recombinarlas como un puzzle para ajustarlas a la compañía que tenga en cada momento.

'Een frisse start met vtwonen' - Jonah Samyn photography